5.10.11

BIOGRAFÍA

Libertad Lamarque sigue presente en la memoria de sus seguidores, de aquellos que lloraron, cantaron y rieron con sus películas y música, y con su trabajo demostró por qué fue una de
las artistas más completas de su tiempo.
Libertad Lamarque Bouza nació el 24 de noviembre de 1908 en la ciudad de rosario de Santa Fe,
Argentina. Fue hija de Josefa Bouza Nieto (española) y de gaudencio Lamarque (Uruguayo, hijo de Franceses y anarquista), artistas también, pero sin proyección internacional.
Comenzó su carrera a los siete años de edad, haciendo el personaje de un niño en el montaje Las
víboras. gracias a la influencia de sus padres, la niña participaba en pequeñas representaciones
teatrales, ocasiones en las que aprovechaba para cantar.
Con ellas recorrió comunidades cercanas a su ciudad y también en la de montevideo, donde incluso radicó, pero fue 1926 el año que marcó su camino y cuando decide emigrar a buenos Aires junto con su familia.
Una vez instalados en la capital argentina, Libertad Lamarque consiguió formar parte del ensamble y del coro del Teatro nacional. Así continuó hasta participar en un sainete (pieza dramática o cómica que se presenta en un acto y que generalmente es de carácter popular), en los que nuevamente hizo gala de su peculiar voz.
Tras ser vista por uno de los productores, adquirió mayor peso dentro de las representaciones hasta que más tarde debutó en la radio y firmó su primer contrato discográfico con la compañía RCA víctor (hoy bmg).
dos años más tarde (1928), Lamarque se casó con Emilio romero, con quien procreó a su única hija, mirtha.
El éxito musical continúo presente en la carrera de la argentina. muestra de ello fue el festival que ganó al interpretar los tangos La cumparsita y Taconeando, hecho que le mereció uno de los motes que la acompañarían hasta el final de sus días: La dama del tango.
Pero la pantalla grande aguardaba la presencia de sus ojos: debutó en el cine mudo en 1929, con Adiós Argentina, a la que le siguió Tango, primer filme sonoro en el país sudamericano, en 1933.
Momentos difíciles Aunque los reflectores y la crítica elogiaban su trabajo como cantante y actriz, diversos biógrafos señalan que su vida personal no era la mejor.
incluso, varios de ellos apuntan a un intento de suicidio durante una gira en Chile; por la difícil situación que vivía junto a su marido, se arrojó por el balcón de una habitación de hotel, sin embargo un toldo amortiguaría su caída.
Tiempo después, cuando decidió divorciarse de Emilio romero, éste reaccionó de manera desfavorable y raptó a mirtha, hija de ambos, llevándosela a Montevideo. Por ello, Lamarque emprendería un viaje acompañada de amigos y de quien se convertiría en su segundo marido: Alfredo malerba.
Con los ánimos más calmados y ya con mirtha junto a ella, la carrera de la actriz continuó en ascenso.
Su aparición en el séptimo arte siguió vigente a través de cintas como Madreselva, Ayúdame a vivir, Caminito de gloria, Besos brujos, Eclipse de sol, La casa del recuerdo, La ley que olvidaron y El fin de la noche, por mencionar algunas.
Lamarque ya era primera actriz en Argentina y, como en todos lados, debía compartir créditos y set con actores ya consagrados o principiantes.
Uno de estos últimos significaría un parteaguas en su trayectoria artística y, sin duda, uno de los detonantes para que lograra su internacionalización: Eva Duarte, conocida más tarde como evita Perón.
La cabalgata del circo, dirigida por Mario Soffici, marcó el encuentro de las dos actrices en 1944. Hay una versión en la que se dice que la cantante le había propinado una bofetada a duarte por los desplantes de diva y por la impuntualidad con la que acudía a los llamados.
Sin embargo, en su propia biografía, Lamarque escribió que sólo se trató de un disgusto.
“El productor y Soffici llegaron a mi casa sin previo aviso con un recado muy especial. ‘Libertad, Eva quiere ser su amiga y pide que la invite a tomar el té’. Lo siento. no puedo, contesté. ‘¿Porqué, Libertad, qué le cuesta? Invítela, total, es una horita, nada más. Créame que
es conveniente’. Agregó uno de ellos. ‘miren señores, yo jamás me arrimé al sol que más calienta’...”, relató Lamarque en su autobiografía, retomada en el libro Evita. En ese entonces, Eva duarte vivía un romance con el coronel Juan domingo Perón, quien en 1946 se convirtió
en el presidente de Argentina.
Al asumir el poder, el trabajo para Lamarque comenzó a mermar por un supuesto veto por parte de la presidencia orquestado, desde luego, por la primera dama.
Para ese entonces, la intérprete de tango era una de las mejores pagadas de su época, si no es que la mejor. Su trayectoria artística estaba respaldada por más de 15 películas, un premio en Yugoslavia en 1940 como mejor Actriz Extranjera por la cinta Puerta cerrada, dirigida por John Alton y Luis Saslavsky, además de varios discos grabados.
Inició una gira por Latinoamérica que la condujo a la isla de Cuba, lugar en el que fue nombrada como La novia de América. El siguiente paso fue méxico, donde al principio realizó una serie de presentaciones en El Patio (centro nocturno ya desaparecido), las cuales se prolongaron
por tres meses.
El atractivo visual, vocal y escénico que representaba Lamarque llamó la atención de los entonces directores mexicanos y extranjeros que forjaron lo que más tarde se conocería como la Época de Oro del Cine mexicano. Y así uniendo pueblos y sus músicas, el mundo aplaudió a la gran Libertad Lamarque que supo conquistar el corazón de su gente. También llegó con su ángel y su encanto a las pantallas de todo el mundo. En total filmó 20 películas en Argentina, 40 en México y 1 en coproducción con España. Hay muchísima discografía que dejó para siempre impresa su voz, con toda su versatilidad tanto para el tango como para otros géneros como el lírico, el bolero, el folklore, la comedia musical y canciones internacionales.
Su debut cinematográfico en nuestro país fue al lado de Jorge negrete, bajo la dirección del español Luis buñuel, en Gran Casino.
De ahí siguieron infinidad de cintas clásicas, en las que compartió créditos con los actores más reconocidos de la industria nacional, haciendo el papel de la dama joven y bella, para luego convertirse en la madre o esposa abnegada.
Estuvo bajo la dirección de figuras como miguel Zacarías, Tito davison, Abel Salazar, Julio bracho, Julián Soler, por mencionar sólo algunos, y compartió créditos con Pedro Infante, Irma dorantes, Enrique Rambal, Dolores del Río, Lola beltrán, Enrique guzmán, Angélica maría y César Costa, entre otros.
Luego de que Perón dejara el poder, en el año 1995, Lamarque realizaba constantes viajes entre Argentina y méxico, país que la recibió como si se tratara de una mexicana. Grabó para los mejores autores y a la par también cantó con algunos de ellos, lo mismo fueran sus clásicos y ya
conocidos tangos, como pasosdobles, boleros, baladas, corridos, valses, y hasta rancheras.
Realizó una versión del musical Hello Dolly, con el que, incluso, grabó un disco LP. Sus apariciones en la naciente televisión mexicana comenzaron a ser constantes y el
público la identificaba como una connacional.
Lejos de escándalos, compartiendo su vida entre méxico, Argentina y miami (Florida, Estados Unidos), la trayectoria artística de Lamarque era más que respetada y venerada, ya hacia las postrimerías del siglo XX.
Las nuevas generaciones pudieron conocer a esta argentina gracias a dos telenovelas mexicanas que aún permanecen grabadas en el consciente colectivo: La usurpadora (1998) y Carita de ángel (2000), versión de la exitosa Mundo de juguete, que fuera protagonizada por la entonces
niña graciela mauri y las primeras actrices Sara garcía y gloria marín.
Ésta última interpretó a la madre superiora en el melodrama de 1974, y ante la importancia y responsabilidad de contar con una actriz de la misma talla histriónica en la nueva versión, nicandro díaz, productor de Carita de ángel, pensó de inmediato en Lamarque.
Divertida, con una genialidad impresionante y con un humor mejor que el de un quinceañero.
“Era encantadora, para todo tenía un comentario ocurrente y divertido. me llamaba mucho la atención, porque uno piensa que alguien con una trayectoria de ese tamaño, como que deber ser muy seria. Sí era muy formal, pero era una persona que todo el tiempo echaba relajo. nos
hacía reír mucho a todos, siempre generaba muy buen ambiente”, explicó.
El también productor del melodrama Mañana es para siempre recordó que la relación de Lamarque con el equipo era estupenda, cómo fue con la pequeña daniela Aedo, a quien, incluso, le regaló una medalla.
Además de demostrar su talento al cantar dentro de la telenovela y en un fragmento en los créditos de salida, la actriz siempre hizo gala de su profesionalismo.
Pero la enfermedad provocó que Libertad Lamarque se ausentara de la emisión y no pudiera concluirla.
La muerte se llevó a la actriz a los 92 años, el 12 de diciembre de 2000, debido a una pulmonía.
En la telenovela Carita de ángel se contaba con pocas escenas de su personaje, y nunca dieron explicación alguna de su desaparición.
Indiscutible voz del tango, icono de la cultura y del entretenimiento de Iberoamérica y del resto de los países donde se conoció su trabajo. madre, abuela y bisabuela; amiga, hermana e hija; cantante, actriz y artista.
Desde la mirada de soslayo e inocencia de la dama joven, hasta el llanto desgarrador y lleno de dramatismo de la edad adulta, Libertad Lamarque cautivó a todos a su derredor y lo sigue haciendo 100 años después, con la consigna, y el derecho, de haber sido y continuar siendo
la irrefutable Novia de América.
Libertad era completa, genial, alegre, y una trabajadora incansable. También escribió algunos guiones de sus películas, el musical de su vida, e inclusive nos legó su autobiografía para bucear dentro del alma de una gran artista y mejor ser humano, que vive nuevamente en el recuerdo de quienes la amaron. Libertad ha sido y sigue siendo un espíritu lleno de vida y radiante de juventud, que continuó actuando y haciendo giras por América y Europa con su espectáculo "Tangos y Añoranzas", grabando telenovelas, recibiendo premios y reconocimientos en importantes festivales de Cine como es de San Sebastan, Huelva, Miami y Paris, y así siempre hasta el final, con 92 años de edad y 85 de carrera, cuando se bajó el telón de su vida entre cámaras y luces, micrófonos y periodistas grabando "Carita de Angel". Por ello es justo decir que Libertad Lamarque ha tenido la carrera latinoamericana más importante del siglo XX.

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